Chuao Trading es una empresa familiar, fundada por japoneses que llegaron a Venezuela en la década de los 50. Durante la posguerra, Gan Miyasaka y su esposa Matsuko Miyasaka visitaron varios países de Latinoamérica en búsqueda de un lugar para expandir sus negocios. 

En aquel momento se decía que el país conocido como “la pequeña Venecia”, era un país de riquezas, que prometía futuro, y que le abría las puertas a los extranjeros que buscaban un nuevo comienzo. Gan vio en Venezuela el mayor potencial, por lo que en 1963 decidió fundar su compañía en Caracas, siendo una de las primeras empresas japonesas con sede en Venezuela. 

Gan vivió en el país más de 30 años hasta su muerte en Caracas. Durante este tiempo se dedicó a la exportación e importación de diversos productos, entre estos electrodomésticos Hitachi, calzado, y juguetería. El empresario japonés también fundó una compañía dedicada a la fabricación nacional de bicicletas, cuando la mayoría de estas eran importadas. La creación de estas empresas le permitió a la familia Miyasaka y a muchas otras familias japonesas, establecerse en Venezuela, dándole origen a futuras generaciones Nikkei (descendientes de japoneses) nacidos en la costa caribeña. 

En el verano de 1965, Riuma Miyasaka, hijo de Gan y Matsuko, al culminar sus estudios universitarios viajó a Venezuela a visitar a sus padres, lo que no sabía es que este país se convertiría en su nuevo hogar. El espíritu aventurero y la pasión por la pesca del joven Riuma lo llevó a recorrer las costas de Venezuela, donde se enamoró del Mar Caribe. Desde Güiria hasta Adicora, Riuma recorrió cada rincón de las costas venezolanas en peñero, pero el lugar que más lo cautivó fueron los pueblos de Chuao y Choroní. 

En estos, Riuma encontró amistades que durarían toda la vida. Los grandes pescadores leyenda, Don Emeterio, Cucarachero, Querosén,Tito y el Gallo, se convirtieron en grandes maestros y amigos íntimos de Riuma. 

El amor que desarrollo por Venezuela no le permitió irse. El joven Miyasaka venía de un país que atravesaba una crisis posguerra. Venezuela por otro lado, presentaba un escenario completamente distinto. Las personas se mostraban alegres y espontaneas. Riuma recuerda con nostalgia el cambio drástico de colores, sus ojos nunca habían visto esas tonalidades de azul en el mar. A pesar de que Japón es una isla, el mar que la rodea es frío y agresivo la mayor parte del año. En Venezuela, Riuma de 22 años en aquel entonces, descubrió otro mar, un mar cálido que lo invitaba a quedarse. 

Luego de esa temporada en Venezuela el joven decidió no regresar a Japón, había encontrado un hogar en la costa caribeña. En este país Riuma formó una familia, se enamoró de una venezolana, Juliana Sosa, nacida en Mérida, con la que se casó y tuvo un hijo, Erwin Miyasaka. El japonés y su pequeña familia compraron una propiedad en Choroní, casa que visitaron cada fin de semana durante más de 25 años, creando recuerdos en este pueblo, y fortaleciendo la relación de la familia con la comunidad.  

Luego de 50 años de amistad con Chuao y Choroní, Riuma y su hijo Erwin, decidieron fundar una empresa exportadora de los mejores cacaos del mundo, Chuao Trading. Esta empresa representa una historia de emigrantes, que encontraron en estos pueblos costeros un hogar y una segunda familia. Chuao Trading es el legado de Gan Miyasaka, quien le enseño a su hijo y a su nieto los pilares del negocio de importación y exportación, así como también los valores fundamentales de responsabilidad social, respeto hacia la comunidad, valores de trabajo y de sacrificio.

Siguiendo el legado de Gan y amor de Riuma por estas tierras y su gente, en 2021 se abre y entrega parte de la propiedad de la Chuao Trading a La Empresa Campesina Chuao, materializando una relación de compromiso, amistad, y progreso con el pueblo de Chuao.