La historia del pueblo de Chuao y de su cacao tiene una larga trayectoria. Fue uno de los primeros pueblos costeños fundados en Venezuela. Ubicado dentro del Parque Nacional Henri Pittier, Chuao se encuentra a los pies de la cordillera de la costa. Es un pueblo relativamente aislado. Este mismo aislamiento convierte a Chuao en una tierra paradisíaca, llena de paisajes de playas y montañas.

Es un pueblo con influencia afroamericana. Casi el 100% de sus habitantes son nativos, de los cuales la mayoría son descendientes de esclavos traídos a Venezuela durante la colonización española. Han conservado sus raíces a través de la música. En Chuao la gente baila al ritmo del tambor africano.

Tiene una población de aproximadamente 3 mil habitantes, de los cuales, alrededor de 200 personas se dedican al negocio del cacao, actividad que se ha llevado a cabo en el pueblo por más de 400 años. Luego del cultivo de cacao, la pesca es la segunda actividad característica de Chuao.

Los primeros registros de Chuao fueron reseñados por Alonzo de Ojeda en el año 1502, quien describió la zona como un hermoso valle, dotado de grandes riquezas naturales. Desde ese momento hasta el siglo XII, el valle de Chuao comenzó a destacar como una importante hacienda de cacao de la zona costera del país.

Para el año 1649 el gobernador español Pedro Luis Villareal cedió las tierras de Chuao para el desarrollo de la producción de cacao al señor Pedro Liendo, quien estaba casado con Catalina Mejías de Ávila.

Antes de su muerte, y en un acto de reconciliación con su creencia religiosa, la Sra. Catalina Mejías cedió las tierras de Chuao a la Iglesia Católica. El lugar se convirtió en un patrimonio para el pueblo, compuesto por una Iglesia, áreas dedicadas a la producción de cacao, instalaciones de procesamiento, patio de secado y espacios para reuniones sociales y culturales de la comunidad.  Este sitio fue llamado «Obras Pías» y desde entonces, la producción de cacao se convirtió en el principal producto comercial de Chuao.

Actualmente, la tierra de cultivo es explotada directamente por los trabajadores que pertenecen a la «Empresa Campesina Chuao» (Asociación de Agricultores de Chuao), integrada por 131 miembros.
Para ser parte de esta asociación, se establece que se debe haber nacido en Chuao y ser descendiente de esta población. Esto ha garantizado a través de los años la continuidad de la tradición centenaria del cultivo de este cacao único en el mundo.